Microrrelato de ciencia ficción, dividido en tres imágenes animadas.
Idea y diseño: Francisco Iglesias Periáñez
Música: Pablo Huertas Castillo - Pahucastle@gmail.com
Para concentrarse fumaba insectos secos triturados. Hacía mucho tiempo que las plantas habían
dejado de existir como seres vivos,
aunque seguían siendo parte de la
decoración de las casas, hechas de materiales poco aptos para su
inhalación.
Cerró los ojos, un denso humo salió disparado de los tubos que le aparecían de sus orificios nasales.
Cerró los ojos, un denso humo salió disparado de los tubos que le aparecían de sus orificios nasales.
El mago abrió sus tres ojos. El tercer ojo, debajo del
izquierdo, se lo había injertado de un compañero de gremio recientemente
fallecido.
El humo se fue disipando. Tenía los ojos abiertos, pero el tercero se movía de forma violenta, sus espasmos generaban la sensación de
El humo se fue disipando. Tenía los ojos abiertos, pero el tercero se movía de forma violenta, sus espasmos generaban la sensación de
que la
forma circular de unión entre iris y pupila se deformaba. No era una ilusión, de un movimiento a otro el
iris verde amarillento
se situó a la derecha de la pupila de forma casi líquida y lentamente se separaron el uno de la otra.
se situó a la derecha de la pupila de forma casi líquida y lentamente se separaron el uno de la otra.
Ahora existían dos circunferencias exactas en sus tres
globos oculares, su boca se abrió dejando ver sus escasos dientes
en una mueca casi estúpida. Sabía que ahora sus ojos eran como faros en una oscura niebla.
en una mueca casi estúpida. Sabía que ahora sus ojos eran como faros en una oscura niebla.
Estoy muy lejos de los agujeros, pensaba, es improbable que algo racional me
detecte a tanta distancia.
Su sistema de planetas regido por soles y estrellas estaba muy lejos de la fuente de aquellos tentáculos que traspasaban todo.
Su sistema de planetas regido por soles y estrellas estaba muy lejos de la fuente de aquellos tentáculos que traspasaban todo.
Lo había conseguido, por fin era capaz de ver lo que ya
sabía, lo que defendía ante sus camaradas.
Existen y ya nos han colonizado, a lo mejor sin ser del todo conscientes de ello. Son los dueños del universo.
Existen y ya nos han colonizado, a lo mejor sin ser del todo conscientes de ello. Son los dueños del universo.